Todos queremos ser felices pero ¿sabemos qué nos hace felices? ¿sabemos cómo ser felices?
Hay una felicidad de base, algo que viene determinado desde el nacimiento, pero hay una parte externa, algo en lo que podemos influir de forma consciente, pero para ello debemos hacer un ejercicio de autoconocimiento para detectar ¿cómo hacernos felices a nosotros mismos?
En esta entrada te ofrezco una herramienta comprobada, en tan solo 15 días, si eres constante, conseguirás sentirte más animad@.
Somos seres independientes, aunque conectados, por lo tanto a cada uno le gustan cosas diferentes, desde el deporte, la comida, la ropa, los hobbies…
Es, por lo tanto, comprensible que a cada uno de nosotros nos haga felices cosas diferentes, o no…
Mira la lista ¿hay algo que identificas como generador de tu felicidad?
Una relación de pareja.
Los amigos.
Un trabajo que te gusta.
Tiempo libre.
Viajar.
Dinero.
No sentir dolor físico.
Verte físicamente atractivo.
Que los demás te conozcan y admiren.
Bajar de peso (o subir)
Tener un hijo.
Vivir en una casa más grande.
Volver a casa.
Tener un perro, gato, etc.
Leer el último libro de tu autor favorito.
……..
Podríamos seguir así, la lista sería interminable.
Siento decirte, como habrás oído muchas veces, que estas cosas no te harán ser más feliz, puede que estés más feliz, te sientas más feliz, durante un tiempo, pero, a la larga, esta sensación de felicidad se disipará y tendrás que seguir buscando cosas externas para volver a sentir esa felicidad.
De hecho, seguramente hayas sentido lo siguiente y te hayas decepcionado; consigues eso que creías que te iba a hacer feliz y la sensación de euforia y felicidad, con el tiempo, se van.
Esto tiene mucho qué ver con la realidad de que el ser humano es un desastre en la predicción de cómo se sentirá en el momento que ocurra un hecho en el futuro y el tiempo que durará esa emoción, de forma que sobreestimamos la sensación de felicidad que sentiremos, por ejemplo, si conseguimos bajar de peso, o la tristeza si nos dejara nuestra pareja.
Todos queremos ser más felices, desde aquellos que están pasando por un momento especialmente difícil; como la pérdida de un familiar, vivir en situación de pobreza o exclusión, adicciones, etc. Hasta los que están en una situación cómoda, agradable, pero quieren más; más tiempo libre, un coche nuevo, viajar, bajar de peso, etc.
¿En alguna ocasión te has sentido realmente feliz? seguramente recuerdes ese momento con el anhelo de poder volver a ese momento, de volver a sentirte así de bien.
En busca de la felicidad
La felicidad no es una meta, algo que debamos alcanzar, es un estado, por lo tanto, tenemos el poder de CREAR LA FELICIDAD. ¿Suena bien verdad? es esperanzador saber que ser felices está en nuestra mano, que tenemos ese poder.
Es posible que una vocecilla interior te diga que esto no es real, pero está demostrado científicamente que podemos hacer cambios para ser más felices.
SER más feliz vs ESTAR más feliz.
Y aquí está la magia, cuando nuestra felicidad depende de algo externo, ya sea algo material, otra persona, sanar un enfermedad, conseguimos ESTAR más felices y, claro, cuando estamos, no somos, no es definitivo, es una situación que tiene fecha de caducidad.
Cuando “algo nos hace felices” nos vemos inmersos en una secuencia en la que nuestro cerebro, de forma muy sabia, actúa de la siguiente forma:
Recibimos un estímulo, reaccionamos, lo analizamos y damos una explicación a ese estímulo y nos adaptamos.
Esta secuencia es vital, imagina que cada vez que nos pasara algo doloroso se mantuviera esa emoción de tristeza o miedo por siempre, se acumularían esas emociones y, creo, no pasaríamos del año de vida de puro estrés. Así que aprendemos de las experiencias, creamos rutas neuronales y nos adaptamos para poder seguir evolucionando.
Esto, en conclusión, ataja definitavemente esa “predicción de eternidad e intensidad ” de cuán feliz serás y cuánto durará esa felicidad cuando te operes, te compres el coche, te toque la lotería, etc.
Por supuesto que esta herramienta tiene su utilidad, nos ayuda a sopesar las consecuencias de las decisiones que debemos tomar, si no valoráramos la sensación de dolor si perdemos a un amigo, no intentaríamos tener una vida social rica. Pero debemos ser conscientes de esta “temporalidad” de las emociones para no ceder el poder a otros ni a cosas materiales.

Autor: Cristina de la Puerta Turrillas. Todos los derechos reservados.
Así que, si quieres SER feliz, es decir, que se mantenga en el tiempo, debes hacer un trabajo interior, de autoconocimiento, amarte tal cual eres, desnudo ante la vida, perdonar el pasado, a ti mismo, establecer metas para un futuro pero desde una posición de calma, de observador y no de “víctima” del resultado.
El SER feliz se entrena, es un hábito. Siendo optimista, amable, agradecido… este tipo de actitudes te hará sentir y ser feliz y, lo mejor, será a largo plazo, y cuanto más lo entrenes, más capacidad de ser feliz tendrás.
¡¡¡¡MANOS A LA OBRA!!!!
De momento, para empezar a ser más feliz, a entrenar tu capacidad de “felicitarte” día a día, te invito a hacer un ejercicio sencillo:
Durante 15 días, cada día, escribe tres cosas buenas que te hayan pasado o hayas hecho bien, puede ser cualquier cosa; “he dejado de fumar el cigarro de media mañana”, “he salido a caminar”, “me ha llamado mi amigo”, “me han regalado un perfume”, “hoy por fin ha dejado de llover”… Cualquier cosa agradable que hayas vivido te sirve.
Tras estos 15 días, si haces el ejercicio de forma constante, está demostrado que te sentirás más feliz(1).
Bibliografía: Affective Forecasting: Knowing What to Want Timothy D. Wilson and Daniel T. Gilbert. Current Directions in Psychological Science Vol. 14, No. 3 (Jun., 2005), pp. 131-134
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